lunes, 14 de diciembre de 2009
Lo llaman AMOR cuando claramente es SEXO
Me desperté de madrugada gritando su nombre. Después de tanto tiempo, la sigo necesitando.
Su cuerpo desnudo se quedó grabado en mi retina. Su olor, su tacto, su sabor...
¿Cuándo volveré a deleitar a mis sentidos con tal divinidad?
Siempre doy una imagen externa muy fría, casi como si quisiera parecer un robot, pero por dentro estoy llena de sentimientos que, egoístamente, los guardo para mí. Esos sentimientos se podrían interpretar mediante palabras pero han sido utilizadas tantas veces que se han empobrecido.
-"La quiero", ¡NO!, "LA AMO"- Eso sería lo correcto, pero es tan incorrecto el uso de la palabra "amar" que carece de sentido y valor para mí.
Ahora "amar" se llama a los líos pasajeros, que como mínimo no llegan ni a una noche. ¿LLevas un día con una persona y ya la amas? ¿¡Como puedes ser tan absurdo/a!? Nadie ama instantáneamente. Nadie ama eternamente. Nadie ama a nadie. Todo falacias y falsas esperanzas.
¿Qué siento yo por ella? Lo desconozco. Puede que sean sentimientos revueltos por mi cuerpo. DESEO, OBSESIÓN, LUJURIA, PASIÓN, AMOR...¡maldita sea!...siempre acaba saliendo esa maldita y detestable palabra. ¿Qué es amor?. ¿Sentimiento?, ¿enfermedad?, ¿estado de enagenación transitoria?...No es más que unas sustancias segregadas por nuestros propios cuerpos para engañarnos y hacernos creer que nos sentimos bien, cambiando nuestras perspectivas sobre las cosas y también nos vuelve unos cabezas huecas, unos zombies, vamos, que nos vuelve idiotas y descerebrados (en algunos casos puede afectar seriamente cambiando la forma de ser de la persona radicalmente).
En fin, el día que deje de pensar en ella, será sin obligarme pues bien está el dicho: "tratar de olvidar a alguien es recordarlo para siempre", y cuando llegue esa ansiada fecha, me volveré una anarquista en contra de mi propio corazón, el cual es el que ahora mismo me gobierna. Además, que no podría aumentar mi desorden emocional pues ya ha llegado a su punto máximo. Comenzaré una guerra en contra de los sentimientos que me puedan surgir.
Hasta entonces, solo me queda ver pasar las hojas del calendario, contar las vueltas que dan las manecillas del reloj de mi cuarto, ver cuánta mentira hay ahora mismo a mi alrededor entre aquellos que dicen ser "parejas felices".
Cuánto nos queda por aprender.
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