Sábado de nervios, pues ya tenía en mi cabeza lo que posteriormente ocurriría.
Conocerla de un día cualquiera de borrachera en el cuál acabó dándome de lado eran los únicos recuerdos de aquella chica a la cual conocería más "íntimamente", por llamarlo de alguna forma.
Mis deseos de dejar de lado los sentimientos y sentir otro cuerpo solo por su placer y el mío propio, todo más rudo, menos romántico. Sin compromisos. Vamos, el sexo de toda la vida. Algo que aquella chica ya había probado y a una edad muy temprana. Mientras que yo, me dejaba llevar por mi enamoradizo corazón, hasta que me salió la oportunidad de cambiar todo aquello y probar algo diferente.
Me gusta la idea de saber que fui quien tomó la iniciativa en su cama. La besé suavemente pero con pasión, como a mí me gusta y mientras, acariciaba su cuerpo, de arriba hasta abajo y notaba como ella se encendía poco a poco, su respiración se volvía más fuerte y su deseo de ser poseída por mis manos iba en aumento.
Cuando bajé hasta la "zona cero" mi cabeza dejó de pensar y me dejé llevar. Desaparecieron las emociones.
En verdad, es el mejor sexo que he tenido en mi vida. Quien sabe si repita dentro de poco. Si mi corazón me deja, claro.
ACLARACIÓN: Esto no es la realidad, para que una historia sosa guste, hay que decorarla un poco, así que no hace falta que me diga nadie que esto no fué así, porque soy lo bastante inteligente para saber que fue muy distinto. Por cierto, hay maneras y maneras de decir las cosas y no con esa actitud tan a la defensiva.
Cualkier parecido con la realidad, MERA COINCIDENCIA!! pero bueno yo no digo nada... supongo ke kada cual lo ve de una forma.
ResponderEliminar